Permítame, doña Cigüeña María, que hoy les cuente una historia de alcaldes a mis vecinos de Las Rozas. Como usted sabrá, en breve los roceños elegiremos de nuevo a quien ostentará el bastón de mando municipal durante los próximos cuatro años. Así lo venimos haciendo de manera democrática desde 1979.
Desde que la democracia llegó a España en general y a Las Rozas en particular, nuestro pueblo ha contado con siete alcaldes: Benito Garrido, Luis Schake, Doroteo Lázaro, Jesús Zúñiga, Bonifacio de Santiago, José Ignacio Fernández Rubio y José de la Uz. Sin embargo, antes de ellos hubo otros muchos.
Usted recordará a Jesús Benito Sánchez, a Santiago de la Cruz de la Fuente, o a José González Cabeza, ya que en la década de los sesenta andaba usted paseando por las calles de Las Rozas, y en los setenta comenzó a hacerlo su familia.

Un antes y un después de la Guerra Civil
Buscando otros nombres de alcaldes de Las Rozas y alguna que otra historia curiosa que contar, descubrimos que el último alcalde que hubo en el pueblo antes del estallido de la Guerra Civil Española, fue Blas Riaza, asesinado, según las investigaciones de Guerra en Madrid “antes de que empezara el conflicto fratricida”.
Guerra en Madrid cuenta que Blas Riaza Bravo tenía 28 años y era hijo de una familia conservadora de Las Rozas que poseía numerosas fincas. Su padre, un roceño acaudalado también llamado Blas, habría intentado llegar a la alcaldía roceña en 1911.
Una vez acabada la Guerra Civil, el mando del Ayuntamiento estuvo a cargo de Joaquín Lázaro Benito, seguido de José González Cabeza, Santiago de la Cruz de la Fuente y Jesús Benito Sánchez, hasta que el 3 de abril de 1979 se celebraron aquellas elecciones democráticas.

Un alcalde comunista
El Ayuntamiento de aquel 1979 fue de lo más variopinto: cuatro concejales del PSOE, tres concejales de Unión de Centro Democrático, tres concejales de un partido independiente de Las Matas, dos concejales del PCE y un concejal de Coalición Democrática. Arrancaba así nuestra historia municipal democrática, que contó en sus inicios, acuérdese doña Cigüeña María porque ya lo contamos en otra crónica, con un alcalde comunista: Doroteo Lázaro Mingo.

Un ayuntamiento al aire libre
Un dato que nos ha llamado la atención es que mientras que aquellos alcaldes y concejales de los que hemos hecho mención, gozaron del privilegio de contar con un edificio, como es el Ayuntamiento, no siempre fue así. Hubo un tiempo remoto en que vecinos de Las Rozas que actuaban como alcaldes y concejales, tuvieron que hacerlo al aire libre.
Antes de que los Reyes Católicos ordenasen que todas las villas que no tuvieran una casa donde reunirse la edificasen, el concejo se reunía al aire libre “si el tiempo lo permitía”, y en caso contrario, “se resguardaban de las inclemencias del tiempo, poniéndose a cubierto en la iglesia”. (Apuntes para la Historia de Las Rozas). Y parece ser, como apunta José Ramón Sánchez Domingo, que hasta mediados del siglo XVIII no existió en Las Rozas una casa consistorial que albergase al concejo.
En la actualidad, el Ayuntamiento está situado en el centro del pueblo y allí acuden todos los días a trabajar, ahora ya sí, bajo techo, sus empleados, siempre al mando del alcalde de turno. Toca ahora saber ahora a quién le tocará continuar esa lista de alcaldes, sumándose así a la historia municipal de nuestro pueblo.