Hay quien opina que el agradecimiento es siempre lo primero y lo último. Así, todo fiel devoto arranca y despide el día dando las gracias a Dios o todo experimentado orador comienza agradeciendo la asistencia y termina haciendo lo propio con la atención. Permítanme, por tanto, que antes de contar la historia de hoy, exprese mi profundo agradecimiento a Cristi, lectora de Meet Las Rozas.
Cristi envió a su nieta la historia de Pizza, recientemente relatada en este medio, y esta última, haciendo honor a la generosidad y sensibilidad heredada de su abuela, terminó adoptando a nuestra gata preferida. Parece que Cristi, como toda madre o abuela, ya presagiaba que su nieta se convertiría en la última, gran y heroica salvadora de la vida de Pizza.
Madres
De eso venimos a hablar precisamente hoy, de las madres. Resulta ardua la tarea de definir el vínculo existente entre un hijo y su madre. Por tan fuerte y, a la vez, tan intangible. Sin embargo, de este vínculo se desprende siempre una misma consecuencia: una madre nunca abandona a su hijo. Llegados a este punto, debemos mencionar que nuestra primera tesis – el agradecimiento es siempre lo primero y lo último – convive con una segunda, necesariamente complementaria y nunca excluyente: la familia siempre es lo primero o, como tanto les gusta decir a los más internacionales y presumidos, family first.
Si hay alguien que lo tiene claro esa es Terra (6 años), madre comprometida con la misión de no abandonar jamás a su hija, Dune (5 años). A pesar de sus buenas intenciones, Terra está desgraciadamente sometida a los límites que la vida impone, entre ellos, la dificultad de lograr una adopción conjunta. De ahí que, después del feliz desenlace de nuestro último relato, me atreva hoy a trasladaros las aventuras de esta familia, para que entre todos difundamos su historia y logremos encontrar a los salvadores encargados de terminarla. Yo espero agradecéroslo pronto.

Madre e hija, siempre juntas
Terra y Dune son roceñas de adopción conjunta en busca de adopción conjunta. Abandonadas ambas a su suerte, nunca se separaron la una de la otra, por duras que fuesen las circunstancias. Su llegada a nuestra apreciada protectora, Abrazo Animal, vino cargada de solidaridad, pues ambas cedieron su hueco en un centro de la Comunidad de Madrid absolutamente desbordado de trabajo a los animales que injustamente sufrieron la invasión de Ucrania.
Dune, hija cariñosa, equilibrada e imparable juguetona, es fiel imitadora de su madre. A priori, puede presentar mayor timidez o prudencia, pero hay algo claro: si su madre va, ella va detrás. Terra, por su parte, es madre amorosa, obediente, sosegada y pilar fundamental para su hija, con quien mantiene una afinidad más que evidente. En Abrazo Animal no tardaron en darse cuenta de que estaban ante dos ‘perras influencers’, ya que no eran pocas las divertidas anécdotas que ambas, como siempre, protagonizaban conjuntamente.
La evolución de Terra y Dune, gracias al impagable trabajo que desde la protectora vienen realizando, es espectacular. Además de estar desparasitadas, esterilizadas y contar con microchip y perfectas analíticas, madre e hija están educadas y son capaces de entablar una relación de mutuo amor y juego con personas de todas las edades. Destacan por su admirable nobleza, lo que hace inevitable que cualquiera que acuda a Abrazo Animal se enamore perdidamente de ellas. Listas para completar su familia y conocer a su futuro salvador, todo aquel que las conoce sabe que quien las adopte se lleva a casa un valiosísimo tesoro.

Un hogar para Terra y Dune
Como se puede observar, madre e hija han caminado siempre juntas, superando todos los obstáculos – y no han sido pocos –. Juntas han conocido ya lo peor y merecen ahora, también juntas, conocer lo mejor. Hagámoslo posible. Porque, por rebosar amor e inteligencia, tienen la sobresaliente capacidad de alcanzar la felicidad por separado, pero todos sabemos que una parte de ellas se va con la otra. ¿Por qué separar ahora sus caminos? ¿Quién querría recibir dosis individuales de juego, fidelidad, inocencia y cariño cuando puede recibir todo ello por duplicado? Permitamos a Terra cumplir su objetivo maternal y permitamos a Dune seguir imitando a su madre.
En la protectora ya han recibido solicitudes de adopción individual, pero esperan pacientes al héroe que las adopte conjuntamente y salve a esta familia de una separación que, como no haya más remedio, terminará por ocurrir. Si tú eres el esperado salvador, no dudes en ponerte en contacto con Abrazo Animal. Si por tus circunstancias no puedes ayudar a Terra y a Dune haciéndote cargo de ellas, siempre puedes hacerlo difundiendo su historia para que llegue finalmente al encargado de terminarla. Terra y Dune merecen una oportunidad.
Llegamos citando la religión y así nos vamos: «lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre», Mt19, 3-12.
Ah, y no me olvido. Gracias, Cristi.
Javier Huerta