Maua significa flores en suahili. Wanawake, mujeres. Unas flores elaboradas de forma artesanal por mujeres de Kenia que luchan por la igualdad y por sus derechos, visibilizando con ellas tres de las formas más radicales de violencia de género: la mutilación genital femenina, los matrimonios forzosos y la trata con fines de explotación. Estas flores han llegado a Las Rozas en forma de productos artesanales elaborados por mujeres africanas y rematados en España por mujeres en riesgo de exclusión. Son únicos, valiosos y diversos, «como las mujeres y las niñas a las que representan», afirman desde Wanawake, la ONG que lucha por los derechos de las niñas y las mujeres en Kenia, y cuya fundadora, Faith Pashile, es todo un ejemplo de superación.

Dar voz a quienes no la tienen

En una entrevista concedida al diario El País (Emprendedoras africanas de largo aliento. 9/03/2021), Faith Pashile afirma con rotundidad que quiere ser «una voz para las que no tienen voz«. Desea «un mundo libre de violencia contra las mujeres y niñas». Sueña con que las niñas «tengan las mismas oportunidades que los niños en términos de educación», porque solo así podrán «decidir su destino y cambiar el mundo». Faith Pashile se dedicaba de niña al pastoreo y a las labores propias de una mujer de su etnia masai. Anhelaba ir a la escuela para conseguir tener un futuro mejor. Su esfuerzo se vio recompensado con una plaza en la universidad. Ahora es licenciada en Sociología por la Universidad en Kenia y trabaja para su Gobierno ayudando a empresas kenianas a ser visibles internacionalmente.

Maua en Las Rozas

Desde una pequeña tienda del centro comercial del Pinar en Las Rozas se venden pulseras, broches, llaveros, colgantes… Diseños variados usando las tradicionales cuentas de cristal de colores que definen a la cultura masai. El 60% de su recaudación se destina a la educación de niñas en África, el 30% al pago a las mujeres que las elaboran y el 10% a su comercialización. «Comprando Maua consigues la inserción social y laboral de mujeres vulnerables» además de promover la igualdad y contribuir a una sociedad libre de violencia, aseguran desde la ONG. En Maua participan mujeres supervivientes de la mutilación genital, del matrimonio infantil y de la trata con fines de explotación. Mujeres que son «protagonistas de su propio cambio a través del empleo y la formación«.

Violación de los Derechos Humanos

En España viven más de 55.000 mujeres y niñas procedentes de países en los que la mutilación genital femenina (MGF) es una práctica habitual. La MGF es todo aquel procedimiento que supone la extirpación parcial o total de los genitales externos femeninos, u otro tipo de lesión a los órganos genitales femeninos por motivos no médicos. Pese a ser considera internacionalmente como una violación de los derechos humanos, la ablación se practica en más de treinta países de África, Asia y Oriente Medio.

En España está tipificada como delito de lesiones en el Código Penal, con penas de prisión de hasta doce años e inhabilitación de la patria potestad en el caso de menores. La mutilación genital femenina sigue siendo perseguible en nuestro país si la mujer tiene nacionalidad española o residencia habitual en España, siempre que la persona a la que se impute la comisión del hecho delictivo se encuentre en territorio nacional. Más de cuatro millones de niñas en todo el mundo corren el riesgo de ser mutiladas según UNICEF. La mayoría de ellas sufren esta práctica antes de cumplir 15 años.