La Football Player Academy (FPA) de Las Rozas acaba de incorporar a dos nuevos deportistas, Ivan y Mike Gross. Estos dos hermanos de 13 y 15 años han llegado recientemente a España desde Ucrania huyendo de la guerra.
Se alojan junto a su madre con una familia de acogida en Molino de la Hoz. Su padre ha tenido que permanecer en aquel país, como todos los hombres de entre 18 y 60 años, que tienen prohibido abandonarlo por la ley marcial.
Hasta la invasión rusa de su país, Ivan y Mike jugaron en los equipos de fútbol base del Dinamo de Kiev. Su interés por no abandonar la práctica de este deporte les llevó a buscar un club en Las Rozas en el que continuar con su afición.
Debutan este fin de semana
A través de unos vecinos cuyos hijos forman parte de FPA, se planteó la posibilidad de integrarlos en los equipos de esta escuela. La respuesta fue positiva y de inmediato se enfundaron la camiseta naranja y comenzaron a dar patadas al balón. Desde esta semana entrenan en el Infantil y Cadete del FPA Las Rozas y este sábado debutarán en sus respectivas ligas municipales.
“No podemos borrar lo que han vivido, pero les ayudaremos a hacer más llevadero un presente mejor con una de sus máximas ilusiones: jugar al fútbol”, explican desde el club fundado en 2017 por Pedro Martínez, Carlos Cascallana, David Serrano y Chicho Serrano.
Un reencuentro inesperado
La casualidad ha querido, además, que los dos jóvenes futbolistas encontraran sin esperarlo a alguien conocido dentro del club, una circunstancia que han celebrado. Y es que el actual director deportivo de la FPA, Marcos Trueba, exdirector de la Academia Internacional del Málaga, había coincidido con ellos entrenando en un campus organizado en la capital ucraniana con el Locomotiv de Kiev.
Ivan y Mike tienen muy buen nivel deportivo y han sido acogidos con mucho cariño por sus compañeros de equipo. Igual de positivo ha sido el recibimiento que le ha dispensado la comunidad educativa del Colegio Berriz, donde han sido escolarizados. Ambos se defienden en inglés y empiezan a aprender nuestro idioma. Poco a poco se van a adaptando a esta inesperada situación y, gracias al balón, también van recuperando la sonrisa.