Llevo unos 40 años realizando pruebas de esfuerzo (alrededor de unas 5.000) en el Laboratorio de Fisiología del Esfuerzo del INEF de Madrid y estudiando su significado fisiológico. En esta entrada abordo mi experiencia relativa a la importancia de las pruebas de esfuerzo en la valoración de la respuesta y adaptación del organismo al ejercicio realizado en un ergómetro.
1. En qué consiste una prueba de esfuerzo
Las pruebas de esfuerzo, denominadas también ergometrías o ergoespirometrias, acudiendo a la etimología de la palabra, miden el trabajo desarrollado en unos aparatos genéricamente denominados ergómetros. Estos son principalmente el cicloergómetro y el tapiz o cinta rodante (figura 1). El cicloergómetro es una ‘bicicleta sofisticada’ que ofrece una resistencia progresiva al pedaleo de la persona. El tapiz rodante consiste en un pavimento que gira sobre dos rodillos mediante un motor, en sentido opuesto a la orientación de la persona, de manera que está obligado a moverse para no desplazarse con la cinta.

En la ergometría clásica se mide sólo el trabajo mecánico. Sin embargo, en la llamada de forma coloquial ergometría con gases, ergometría con consumo de oxígeno y, de forma más precisa, ergoespirometría, se mide el volumen y composición del aire espirado. Básicamente, estos aparatos miden el volumen de aire movilizado y la composición de aire inspirado y espirado. Estos parámetros se pasan a un software que procesa y da una innumerable cantidad de datos (figura 2).

2. Qué se mide en una ergoespirometría
Principalmente, se mide el consumo de oxígeno, que es un parámetro que valora la cantidad de oxígeno que consumen todos los tejidos y órganos de nuestro cuerpo, principalmente los músculos.
Una analogía podría ser de forma indirecta, la gasolina que consume un coche. La analogía es relativa por lo siguiente. La gasolina es el combustible y en nuestro cuerpo los combustibles son los azúcares y las grasas. Por tanto, en realidad cuando se mide el consumo de oxígeno, estás midiendo el comburente. Es como si en el coche midieras la cantidad de oxígeno necesario para quemar una cierta cantidad de gasolina.
Viene determinado por:
- El aparato respiratorio que es el que introduce el oxígeno a nuestro organismo.
- El sistema cardiovascular que es el que bombea y distribuye la sangre y como consecuencia el oxígeno.
- La sangre, concretamente los glóbulos rojos, que son los que transportan el oxígeno.
- Los músculos, como principales consumidores de oxígeno.
Cuando todos estos órganos y tejidos funcionan al máximo (figura 3), se obtiene el consumo máximo de oxígeno que, naturalmente, se alcanza cuando la persona ya no puede más, sea en el cicloergómetro o en el tapiz.

El problema radica en que la palabra consumo induce a confusión. De nuevo una analogía servirá para entenderlo. Está claro que si se abusa del pedal del acelerador, el coche corre más, aunque el bolsillo se quede tiritando. Indirectamente, se puede deducir que el coche ha gastado más oxígeno atmosférico.
¿Es importante su medición en el deporte y la salud? Naturalmente que sí, pues valora la máxima función de los pulmones, corazón, la sangre y los músculos. Por tanto, a mayor capacidad individual y conjunta de todos ellos, mayor será el consumo de oxígeno. Se mide en mililitros o litros por minuto. Pero como no es lo mismo un consumo de oxígeno de 5 L/min para una persona que pesa 70 Kg que para una que pese 100 Kg, es más frecuente expresarlo en ml/Kg/min.
3. En qué campos se aplica la determinación del consumo máximo de oxígeno
Una prueba de esfuerzo, pues, consiste en un esfuerzo ‘reglado’ y puede emplearse tanto desde el punto de vista fisiológico como para ‘ayudar’ al diagnóstico de aquellas patologías de órganos o sistemas implicados (figura 3). Como cualquier prueba de valoración no es la ‘panacea’, tanto en la valoración fisiológica como en la patológica. Ello significa que los datos aportados por una prueba ergoespirométrica deben valorarse de forma integrada. Bien con el rendimiento y estado de entrenamiento, para el caso de valoración fisiológica, bien con la sintomatología y otras pruebas, para el diagnóstico y evolución de diversas patologías. Así, yo distingo dos aplicaciones, que se comentan brevemente.
-Valoración fisiológica
1º) Como parte del examen médico. A la persona que se va a realizar un examen médico lo que le interesa es saber si va a tener algún percance grave durante la realización del ejercicio. Para ello, el cardiólogo o el médico deportivo le somete a una prueba de esfuerzo máxima, registrando el electrocardiograma y si tiene alguna manifestación como dolor en el pecho, etc.
2º) Determinar el nivel de condición física. En algunos casos la persona puede estar interesada en conocer su máximo consumo de oxígeno, como expresión de la capacidad para realizar esfuerzos de resistencia.
3º) Como parte integrante en el control y evolución del estado de entrenamiento. Como durante el entrenamiento se producen adaptaciones, una persona puede estar interesada en ‘cuantificar’ dichas adaptaciones.
-Valoración patológica
1º) Como una prueba complementaria de diagnóstico. Salvo en la cardiología, es excepcional realizar de forma rutinaria pruebas de esfuerzo para ayudar al diagnóstico de enfermedad obstructiva de las arteras que irrigan el corazón (coronarias). No obstante, desde que se ha automatizado la realización de las pruebas de esfuerzo, cada vez es más frecuente su utilización en enfermedades del aparato respiratorio y metabólicas
2º) Para la valoración de una determinada medida terapéutica. Más como estudios que de forma rutinaria, las pruebas de esfuerzo pueden servir para valorar un determinado medicamento que tenga efectos directos o indirectos sobre los aparatos, sistemas o tejidos (figura 3).
3º) Peritación médica. Muchas veces para objetivar una determinada sintomatología o signos de incapacidad o disminución de la capacidad para realizar ejercicio se puede o debe de recurrir a los datos aportados por una prueba de esfuerzo.
Recursos audiovisuales
En resumen, las pruebas de esfuerzo se han simplificado mucho debido a los avances tecnológicos y constituyen una herramienta muy importante en la valoración tanto en el campo de la salud con de la enfermedad. En ‘San Google’ podrá encontrar numerosas presentaciones y videos relativos a las pruebas de esfuerzo. La Universidad Politécnica de Madrid (UPM) a través del Gabinete de Teleducación (GATE) ha realizado un video de las pruebas de esfuerzo en cicloergómetro.
Como parte del examen médico, yo aconsejo realizar una prueba de esfuerzo una vez al año como método de prevención, a partir de los 45 años. Igualmente, animo que en los hospitales se extienda la tendencia a realizar pruebas de esfuerzo como complemento diagnóstico y seguimiento de muchas patologías.
En Las Rozas, a través del Servicio Médico de la Concejalía de Deportes, los vecinos disponemos de un servicio de reconocimientos médicos, que incluyen las dos modalidades de prueba de esfuerzo y cuyos precios son los siguientes:
Tipo de prueba | Precio |
---|---|
Reconocimiento médico con prueba de esfuerzo y análisis de gases | 69.00€ |
Reconocimiento médico con prueba de esfuerzo | 41.20€ |
Reconocimiento médico con pruebas complementarias | 27.80€ |
Reconocimiento médico básico – ficha federativa | 12.80€ |
Casos clínicos
Para ver la importancia de las pruebas de esfuerzo, aquellos lectores que tengan interés y formación adecuada pueden consultar los siguientes casos clínicos recogidos en los siguientes vídeos de Youtube.
Título del video | Enlace en youtube |
Casos prácticos sobre entrenamiento en personas sanas o enfermas | https://www.youtube.com/watch?v=-CC3WQm2c_8 |
Caso 1. Problemas aparato automatizados | https://www.youtube.com/watch?v=ijgZcSBvrV8 |
Caso 2. Diferencias entre cicloergómetro y tapiz rodante | https://youtu.be/udnJArTKAhc |
Caso 3. Coronariopatía y entrenamiento | https://youtu.be/NuOWmXrTOi0 |
Caso 4: Fase estable finalizada | https://youtu.be/53Q_SdaSlPQ |
Caso 5. Insuficiencia cardiaca y entrenamiento | https://www.youtube.com/watch?v=fnRpZIcizUA |
Caso 6: Fase estable no finalizada | https://www.youtube.com/watch?v=ZoccNvTlDg8 |
Caso 7: Trasplante cardiaco y ejercicio | https://youtu.be/L_YGyWVredw |
Caso 8: Umbrales ventilatorios y láctico | https://youtu.be/QT4YRdAxFrI |
Caso 9: Enfermedad pulmonar obstructiva crónica y entrenamiento | https://youtu.be/hG9gJovre-E |
Caso 10: Umbral láctico y entrenamiento | https://youtu.be/6ar6yAuRtv8 |
Caso 11: Enfermedad pulmonar restrictiva y ejercicio | https://youtu.be/ArGbZpomlGg |
Caso 12: Evolución del consumo de oxígeno máximo con la edad | https://youtu.be/53SJvDk0Zjs |
Caso 13: Cáncer de pulmón y ejercicio | https://youtu.be/51Y2-E8RFBU |