Permítame doña Cigüeña María que hoy les cuente a mis vecinos, a través de Meet Las Rozas, una historia sobre ‘la prote’, como aquí llamamos a nuestros voluntarios de Protección Civil.  Tenemos que remover bastante ese baúl de los recuerdos que es la memoria, pues ya van tres décadas desde que ‘la prote’ echara a andar a finales de la década de los ochenta.

Se preguntarán ustedes quiénes fueron los primeros en decidir ayudar a sus vecinos en todo aquello que estuviera en su mano, en dedicar su tiempo libre a los demás, a su pueblo, Las Rozas. Nos cuentan que Balbino y Meteorito, conductores de autobús, y Nubarrón, conductor de grúa – los motes son un distintivo de la historia de nuestro pueblo- fueron los primeros miembros voluntarios de Protección Civil de Las Rozas. Estar en posesión del permiso de conducir de tales vehículos, y por tanto también de vehículos de emergencia, los convertía en idóneos para el puesto.

En realidad, aquellos primeros vehículos eran un Seat Panda y un VW Polo facilitados por los Bomberos de la Comunidad de Madrid al municipio. Era finales de los 80 y el escaso parque móvil “dormía” en el pequeño parking trasero del Ayuntamiento, hoy inexistente, cuyo acceso se encontraba en la calle doctor Toledo. Más tarde llegarían los uniformes y poco más.

José Luis Bravo Aparicio, primer jefe de Protección Civil de Las Rozas

A mediados de esa década, el Ayuntamiento de Las Rozas – por aquel entonces nuestra localidad contaba con poco más de 26.000 habitantes- había tomado la iniciativa de ceder un terreno municipal, cercano a la estación de El Pinar de Las Rozas, para levantar en ese lugar el Parque Central de Bomberos de la Comunidad de Madrid.

Sepa usted doña María que entre quienes apoyaron de manera más entusiasta la iniciativa fue uno de nuestros vecinos, y por aquel entonces concejal, José Luis Bravo Aparicio. Ello, unido a su inquietud por la prevención de los incendios forestales y su amplio conocimiento del término municipal – dudo que haya quien mejor conozca nuestras lindes-, fueron motivos suficientes para que, tras dejar su cargo, el Consistorio lo eligiera Jefe de Protección Civil de Las Rozas, el primero que tuvo nuestro pueblo.

Nos cuenta José Luis que los medios eran escasos. La “sede” de la Agrupación consistía en un cuartito en el Antiguo Parador, frente al Parque San Miguel, donde guardaban los exiguos aperos con los que contaban para desarrollar su labor. Con esos antecedentes, no es extraño que la idea de contar con una Nissan Vanette dotada con herramientas inalcanzables en ese momento, como grupo electrógeno, bomba de achique, motosierras, bate fuegos y tienda de campaña, además de otros utensilios más comunes, convirtiesen aquella furgoneta en objeto del deseo de aquellos pioneros.

Un goloso primer lote

Inaugurado el Parque de Bomberos de la Comunidad de Madrid en Las Rozas, a principios de los 90, la Dirección General de Protección Ciudadana tuvo a bien dotar a treinta municipios de la región de uno de estos vehículos. Para envolver de solemnidad el acto de entrega, se convocó a las autoridades y a la prensa a la increíble visión de treinta Vanettes aparcadas en perfecta alineación en el patio central del Parque de Bomberos de Las Rozas. Ese que se había construido gracias a la cesión de los terrenos municipales. Sin embargo, Las Rozas no entró en el reparto. En lugar de la Vanette, el equipamiento destinado al municipio fue una triste tienda de campaña. ¡Tal cual! La primera dotación oficial con la que contó ‘la prote’ fue una tienda de campaña.

Parque de Bomberos de Las Rozas

Pero no crea doña Cigüeña María que aquella tienda de campaña fue algo anecdótico, ¡ni mucho menos! pues el día que los roceños contamos con ella, aquel día marcó un antes y un después en la historia de la Agrupación Municipal de Voluntarios de Protección Civil de Las Rozas.

Eran las once y media de la mañana del 19 de enero de 1990 cuando en nuestro pueblo tuvo lugar la dotación por parte del gobierno regional de diverso material y vehículos destinados a los servicios municipales de las diferentes protecciones civiles. Por aquel entonces eran una realidad en treinta y tres municipios madrileños.

La Comunidad de Madrid se gastó más de 107 millones de pesetas en aquellos en dotación diversa que luego distribuyó entre los pueblos de la región. Entre todo este material se encontraban 15 furgonetas de salvamento y primeros auxilios, 6 furgonetas de salvamento y rescate, 30 juegos de diversos materiales (férulas de movilización, botiquines, colchones de salvamento, camillas…) 60 tiendas de campaña para emergencias, 30 juegos de medios audiovisuales (televisores, magnetoscopios, …) para la formación y divulgación de la autoprotección, 200 uniformes destinados a los voluntarios y material auxiliar de extinción de incendios.

Con la miel en los labios

La condición para que los ayuntamientos se beneficiasen de dicho material era que las corporaciones tuviesen constituida una Agrupación de Voluntarios de Protección Civil. Como la ‘prote’ de Las Rozas apenas había comenzado su andadura, a nuestro municipio solo le correspondía de aquella tarta del pastel, una simple tienda de campaña para emergencias.

La tremenda decepción no minó los ánimos del jefe de protección Civil, José Luis Bravo. Su cara, como recordará usted doña Cigüeña María, fue todo un poema y su enfado debió quedar reflejado, no en verso, sin más bien en prosa, para que la entendieran los allí presentes, entre ellos la delegada del Gobierno de la Comunidad de Madrid por aquel entonces, Ana Tutor.

Fuente: El Pinar de Las Rozas

Tan contrariado le debieron de ver las autoridades autonómicas a José Luis, defendiendo lo que entendía que era necesario para su pueblo, que finalmente el lote del pastel que se quedó en Las Rozas fue, además de la tienda de campaña, uno de los vehículos expuestos en aquella explanada.

Se desconoce si en el camino, algún otro municipio se quedó sin Vanette, porque lo que es seguro es que estaban contadas. Pero eso, ya es otra historia. ¿Dónde andará aquella tienda de campaña? Lo desconocemos, pero lo que sí sabemos es que actualmente Protección Civil de Las Rozas, formada por más de cien personas, cuenta con una unidad canina, forestal y de inclemencias meteorológicas, una unidad sanitaria, parque móvil, comunicaciones, logística y formación. Todo ese capital técnico, pero sobre todo el humano,  la ha convertido a día de hoy en un referente, no solo para Las Rozas, sino en Madrid y en España.

Meet Las Rozas