Tras 28 años en Las Rozas, el restaurante «El Rocío» es un referente en la gastronomía local, que revolucionó cuando, en 1994, se trasladó desde Torrelodones, ofreciendo un concepto que no existía en nuestro municipio: freiduría andaluza y mariscos.

Manuel Polo, Manuel Hueso y Pablo Amaro son los tres socios de este local, antes ocupado por el «Bar La Plaza», que han sabido mantener, pese a los tiempos difíciles, gracias a su experiencia en el sector, una excelente materia prima, y un servicio exquisito. Con una plantilla de once personas, algunas de las cuales empezaron a trabajar con ellos desde el principio.

En 2019, con motivo de su XV aniversario, «El Rocío» recibió un reconocimiento del Ayuntamiento de Las Rozas por su contribución a la promoción de la gastronomía, la cultura y las tradiciones españolas y de Las Rozas.

La fritura, el salmorejo o los chipirones y gambas a la plancha, son platos emblemáticos de este restaurante que, aunque ha ido renovando su carta e innovando en la cocina, mantiene la esencia que le ha llevado a cumplir casi tres décadas.

¿Cómo empezó todo?

En Torrelodones. Nos conocimos en unas fiestas y comenzamos a trabajar para Manuel Polo, que había creado «El Rocío» en un pequeño local de la calle…, después de haber estado trabajando en Andalucía. Cinco meses después, nos asociamos y nos instalamos en Las Rozas, en el mismo lugar que seguimos en la actualidad, nos cuenta Manuel Hueso.

Nuestros primeros meses en Las Rozas fueron un éxito gracias a los clientes de Torrelodones, que llenaban todos los días el restaurante, sobre todo los fines de semana. Algo que creó mucha expectación entre los vecinos de Las Rozas. Le debemos mucho al público de Torrelodones, que nos facilitó el inicio.

¿Cómo respondieron en esos momentos los vecinos de Las Rozas?

Al principio no entendían el concepto y, además, veníamos de fuera, con otra manera de trabajar. En Las Rozas había poca oferta en ese momento, y ningún local ofrecía freiduría de pescado. La oferta se basaba en platos como la ensaladilla, los montados, la tortilla, etc. Nosotros no ofrecíamos desayunos, ni menú del día. Fuimos innovadores en aquella época.

Fuimos innovadores en aquella época

¿Cuál ha sido la evolución de «El Rocío» en estos años?

Mantenemos gran parte de la carta inicial, las frituras siguen siendo las mismas. Con el tiempo, hemos introducido guisos y productos más elaborados, como albóndigas de atún con vieiras, salteado de pulpo con gambas a la gallega o calamar de potera a baja temperatura. La carta ha evolucionado, pero sin perder nuestra esencia.

Seguimos teniendo clientes que vienen desde la inauguración y personas que se han marchado de Las Rozas y vuelven siempre que pasan por aquí, explica Manuel Hueso. Hemos conocido a familias desde que eran novios, se casaron, tuvieron hijos y ahora vienen los hijos con sus parejas y sus hijos. Hay clientes que ya son amigos.

Para nosotros ha sido una gran satisfacción que el Ayuntamiento, cuando cumplimos 25 años, reconociera nuestra aportación al municipio por contribuir a la promoción de la gastronomía, la cultura y las tradiciones, afirma Pablo Amaro.

¿Cómo definís «El Rocío»? ¿Cuál es el valor que os diferencia del resto de restaurantes de Las Rozas?

Un restaurante andaluz en el que, según nuestros clientes, ofrecemos el mejor frito y las mejores gambas de la zona. Algo que agradecemos muchísimo. Conjugamos calidad, servicio y precio que, a pesar de haber vivido momentos complicados, apenas hemos modificado, asegura Manuel Hueso.

Nuestra mejor carta de presentación es la que hacen los clientes y que vuelvan es para nosotros el mejor signo de que las cosas las hacemos bien. Cuando un cliente te pide una tarjeta cuando se marcha, es una satisfacción porque eso significa que volverá.

Ofrecemos el mejor frito y las mejores gambas de la zona

Habéis vivido momentos difíciles, la crisis económica de 2008 y, muy recientemente, una crisis sanitaria que ha afectado de lleno al sector. ¿Cómo lo habéis superado?

La crisis de 2008 fue muy dura, lo pasamos muy mal, apunta Pablo Amaro. También en 2004, con las obras del túnel, que tuvimos que cerrar otro local que teníamos en la calle De Escalerilla. En ese momento llegamos a tener 16 personas empleadas.

Y la pandemia ha sido tremenda. Hemos tenido la suerte de que son muchos años con este negocio y nos ha pillado saneados, pero aún así hemos tenido que pedir créditos ICO, hacer un ERTE…etc. La diferencia con la crisis de 2008 es que esta vez los bancos han dado dinero y han facilitado algo más las cosas.

¿Y cómo habéis vivido el gran crecimiento de Las Rozas? La población de las zonas alejadas del núcleo urbano, ¿frecuenta «El Rocío»?

Ese crecimiento nos ha hecho daño, asegura Pablo Amaro. El centro del pueblo se ha quedado sin vida. Afortunadamente, a nosotros nos ha afectado algo menos porque tenemos mucha clientela fija, pero, por ejemplo, las noches son más tristes, hay poca gente que venga al centro del pueblo. Afortunadamente, el parking de la Iglesia ha bajado los precios y eso permite que la gente pueda aparcar porque ese es otro problema, el aparcamiento, para quien se tenga que desplazar hasta aquí en coche.

En el centro estamos escasos de buena hostelería, se abren nuevos locales en otras zonas, pero no en el centro del pueblo.

El centro del pueblo se ha quedado sin vida

La materia prima es una de las señas de identidad de «El Rocío». ¿Cuáles son vuestros proveedores?

En Madrid tenemos el mejor puerto sin mar. Durante 22 años hemos ido nosotros en nuestra furgoneta a Mercamadrid y, desde hace poco, asentadores de Mercamadrid nos traen el género al restaurante.

¿Alguna anécdota que quedará para la memoria de «El Rocío»?

Cuando abrimos, en la terraza trajimos un cartel flamenco y tuvimos 117 denuncias el viernes y otras 118 el sábado, nos cuenta entre risas Manuel Hueso. No hubo más opción de organizar espectáculos flamencos. Montamos la terraza con tierra de albero que trajimos de Alcalá de Guadaira, Sevilla, como un kiosquito de feria andaluz. Ese día estaba, casualmente, el alcalde de entonces, Jesús Zúñiga, y apareció el teniente alcalde con la Guardia Civil…

Manuel Polo nos relata otro momento surrealista, que tuvo lugar durante las obras del nuevo Ayuntamiento.

Con las obras, colocaron los despachos donde está ubicada actualmente la terraza de «El Rocío» que da a la plaza del Ayuntamiento. En ese momento, la terraza estaba en la propia plaza e instalaron los aparatos de aire acondicionado de esos despachos dando a la misma. Era una noche muy calurosa de agosto y un cliente nos preguntó que a qué hora encendíamos el aire acondicionado. Le respondí sorprendido que si estaba en serio, ¿cómo íbamos a poner aire acondicionado en la calle? y me dijo que para qué queríamos entonces los aparatos.

Manuel Hueso, Manuel Polo y Pablo Amaro los tres socios de El Rocio.

Desde Meet Las Rozas animamos a todos los vecinos y vecinas a seguir disfrutando de «El Rocío» y de la variada gastronomía local, que tiene en este restaurante un ejemplo del buen hacer y de las propuestas interesantes que encontramos en el centro de nuestro municipio.

«El Rocío»

Plaza Mayor, 6 (junto al Ayuntamiento)

Teléfono para reservas: 91 637 29 73

www.elrociorestaurante.es