En septiembre de 2021 el Ayuntamiento de Las Rozas anunciaba la creación de 79 huertos urbanos de gestión municipal directa, huertos que verían la luz al año siguiente. Estos huertos urbanos iban a estar ubicados en una finca colindante a la Dehesa de Navalcarbón llamada La Talaverona. Se daba así el pistoletazo de salida a “un moderno centro medioambiental” de 1,8 hectáreas de superficie que, además de huertos, tendría un aula de naturaleza y de interpretación. El objetivo era “educar y concienciar en el respeto al medio ambiente” y recuperar “una zona natural degradada junto a la Dehesa”.

«En pocos meses»

El consistorio explicaba hace dos años que los vecinos de Las Rozas tendrían a su disposición, “en pocos meses”, este nuevo centro medioambiental. Sin embargo, los pocos meses se han convertido en más de año y medio. En marzo de 2023 se ha abierto al público las instalaciones, las actividades de educación ambiental, así como el plazo de solicitud de 74 huertos urbanos; los otros cinco huertos se destinarán, según el consistorio, al programa de Educación Ambiental del Ayuntamiento.

Es curioso observar cómo ambas notas de prensa, la de 2021 y la de 2022 reproducen las mismas palabras y párrafos enteros con año y medio de diferencia, incluidas las erratas. En ambas se puede leer, por ejemplo, que este centro medioambiental tiene como objetivo “facilitar a los vecinos un mayor disfrute del entorno natural de municipio, un mejor conocimiento del mismo, una cultura medioambiental más profunda y una mayor educación en los valores de respeto por el medio ambiente”.  La tipología de los huertos, así como la gestión del agua, no ha cambiado sobre el papel: 66 huertos prefabricados en altura individuales o para familias y ocho huertos colectivos sobre el terreno. Todos ellos con un sistema que recoge las aguas infiltradas para que pueda reutilizarse con el arrastre de nitratos de vuelta al huerto a través de un bombeo manual.

Segunda fase algún día

Para la primavera del 2022, el Ayuntamiento tenía previsto comenzar una segunda fase que incluía la rehabilitación de los edificios existentes en la Talaverona donde se crearía “un aula educativa, un centro de interpretación de la naturaleza, un laboratorio de recuperación de especies arbóreas, además de un edificio para almacenes y aseos”. En la primavera del 2023, el consistorio informa: “en pocos meses se afrontará” esta segunda fase.