Coincidiendo con las Fiestas de San José, hace catorce años, un 1 de mayo de 2009, se inauguraba el Museo del Ferrocarril de Las Matas. Al acto inaugural acudió la presidenta de la Comunidad de Madrid de aquel entonces, Esperanza Aguirre, acompañada por el exalcalde de Las Rozas, Bonifacio de Santiago.

En la imagen, el responsable de la maqueta explicando los detalles de la misma a la entonces Presidenta, el Alcalde y la Concejal de Cultura. Fuente: Ayto. Las Rozas

Museo del Ferrocarril Pablo Rubio

La apertura de las puertas de este museo suponía la culminación de un sueño de la Asociación de Amigos del Ferrocarril de Las Matas (AFEMAT), que con gran esfuerzo consiguió que fuera una realidad. Actualmente el museo lleva el nombre de Pablo Rubio, impulsor de AFEMAT y una de las personas, junto a su hijo, que más contribuyeron a que el patrimonio ferroviario de Las Matas tuviera la relevancia que le correspondía. “Su legado y su pasión por el ferrocarril y por Las Rozas perdurarán para siempre”, afirmaba el alcalde José de la Uz en el homenaje que recibió quien fuera uno de los vecinos y una de las familias más queridas de Las Matas.

Foto: Domingo Bello

Antigua iglesia de San José

El Museo del Ferrocarril se ubicó en lo que fue la antigua iglesia de San José de Las Matas, manteniendo su estructura y aspecto original “para conservar intacto su significado como parte del barrio”. La iglesia fue rehabilitada por el Ayuntamiento de Las Rozas, conservando el museo una de sus campanas, la cruz de la cima exterior y una pila bautismal portátil.

Los objetos con los que contaba el museo el día de su inauguración fueron cedidos en buena parte por los socios de AFEMAT, asociación creada en 2003 y que nació para preservar ese patrimonio y darlo a conocer a todos los vecinos de Las Rozas y amantes del tren en general.

Diferentes objetos expuestos en el Museo. Fuente: Ayto Las Rozas

Preservar y promocionar el patrimonio histórico

El Ayuntamiento de aquel entonces no escatimó en gastos, recursos materiales y humanos para que el Museo del Ferrocarril fuera una realidad con la “clara intención de preservar y promocionar el patrimonio histórico y cultural del municipio”, y “conservar la memoria colectiva”, permitiendo así “su disfrute presente y su transmisión a las generaciones venideras”, aseguraban fuentes municipales.

El Museo del Ferrocarril abrió sus puertas con todo lujo de detalles como la maqueta Märkling, a escala HO 1/87, de más de cuarenta años de antigüedad, taladradoras de carriles, quinqués, básculas de hierro fundido, maletas de viaje, plazas de identificación de vagones, gorras, gatos de vías, teléfonos de mando, faroles de cola de tren y numerosas fotografías de la época.

En aquella inauguración, la expresidenta regional no solo conoció este patrimonio de los mateños y roceños, sino también la famosa locomotora Mikado 141, así como la sede de algunas peñas mateñas que por aquel entonces disfrutaban de sus fiestas patronales.