Permítame doña Cigüeña María que hoy cuente en Meet Las Rozas una de esas curiosidades sobre nuestro pueblo que tanto nos gustan. Según el actual padrón municipal de vehículos, 51.243 coches residen en Las Rozas. No siempre fue así. Hace 69 años solo un coche recorría el pueblo. Era un Ford del año 1927, matrícula CC 2886, según nos contaba Eduardo Muñoz en su ‘Historia de Las Rozas’.
Era el primer coche que veían circular los vecinos de aquel año 1952 por aquellas calles de tierra que aún intentaban sobreponerse a la destrucción que sufrió Las Rozas durante la Guerra Civil. Las obras del Ayuntamiento, y la plaza que le da cobijo, acababan de terminarse tras venirse abajo la antigua Casa Consistorial; a la Iglesia ya se podía acceder a través de sus escaleras de piedra; los vecinos ya podían alojarse en sus nuevas casas de Regiones Devastadas, también en las viviendas de la calle Escalerilla, y en las del antiguo Barrio de Arriba donde estaba, y continúa estando, el Parador – más moderno, pero ahí está – Las ruinas iban desapareciendo y los vecinos iban poco a poco consiguiendo que sus antiguas tierras de secano dieran su fruto.

Un coche para todo y para todos
Cuenta José Ramón Sánchez que la dependencia que Las Rozas tenía de Madrid en aquellos años cincuenta era total. Aquel único coche Ford que se movía por aquellas calles servía para todo y para todos los roceños. En sus asientos llevaba a la maternidad de Madrid a las vecinas que se ponían de parto. En los inicios de los cincuenta los partos caseros asistidos por Don Ramón, aquel Don Ramón que estrenó la vivienda del médico en la Plaza Mayor, ya habían terminado. Había que coger el coche y bajar a Madrid, “y ahí estaba el famoso Ford para llevar a las damas” recorriendo sanatorios, tal y como nos recuerda Eduardo Muñoz quien relata que en alguna ocasión tuvo que meter el acelerador pues la coronilla del niño ya asomaba.
Aquel Ford del año 27 trasladaba también a la capital a niños que acudían a la escuela o al hospital; hacía de coche oficial a alguna novia que era recibida en lo alto de la Iglesia por su futuro esposo; servía carbón, e incluso trasladó en cierta ocasión a un muerto por accidente al depósito municipal. ¡Habría que haber visto cómo era capaz de cargar a casi todo un equipo de fútbol para llevarlos a los pueblos de alrededor! Todo esto y más lo hacía en la mayoría de las ocasiones de manera gratuita “y si alguien lo duda, hay docenas de personas vivas en Las Rozas que llegaron a utilizarlo”. Desconocemos doña Cigüeña María si aún siguen entre nosotros algún usuario de aquel Ford, pues de este relato que nos dejó don Eduardo ya han transcurrido 21 años.
Ford T del año 1927 Fotos de bringatrailer.com
Toca empujar
Cuentan que era cotidiano que aquel mítico coche sufriera verdaderas tragedias mecánicas, como aquella vez que al calentarse el motor provocó que, de Sevilla a Madrid, tardase 20 horas. Aquel Ford tuvo que realizar numerosas paradas para renovar el agua del radiador. Se ponía demasiado caliente en las cuestas y tenía que hacer uso del bidón preparado para aquellos menesteres. “Mal tenía el motor de arranque. Había que hacerlo a base de manivela, que era otro episodio diario en los meses de frío. Y si no arrancaba con la dichosa manivela, toda la familia a empujar para ponerlo en marcha. Una vez arrancado era otro cantar porque, ya caliente, a la media vuelta estaba funcionando”.
¡Qué buen servicio hacía aquel coche a Las Rozas! aseguraba Eduardo Muñoz. Un único coche que se movía por aquellas calles recién bautizadas con los nombres de avenida del Generalísimo o avenida José Antonio, ésta última hoy rebautizada como calle Real, vía principal del pueblo, y por la que antes de construirse el subterráneo y pasar a ser peatonal, circulaba este Ford y poco después aquellos también míticos 600.

Para terminar, otro dato curioso doña Cigüeña María, esta vez de la actualidad, del presente 2021. Seguro que éste se lo sabe pues desde su campanario seguro que lo otea todos los días. Además de los más de cincuenta mil coches empadronados, también lo están 7.428 ciclomotores y motocicletas, 2.650 camiones, 947 tractores, 211 remolques o semirremolques y 156 autobuses. ¡Casi nada! Esperemos que no todos salgan a la misma hora desde sus moradas.