Mascotas Mayores. Algunos de nuestros lectores nos han mostrado interés por saber qué cuidados tenemos que adoptar cuando nuestro peludo empieza a “hacerse mayor”. Esperamos ayudaros desde Meet Las Rozas y que lo encontréis útil. 

¿Cuándo es mayor mi peludo?

No todas las mascotas se consideran mayores a la misma edad. La longevidad de nuestra mascota está relacionada con su raza, tamaño y peso. 

Por norma general, los perros de pequeño tamaño y razas mestizas serán más longevos que los perros de raza pura y gran tamaño. De igual manera, los gatos de raza pura serán menos longevos que la raza “mestiza”, ya considerada una raza en sí misma. Común europeo. 

El motivo principal es que los peludos de razas puras tienen más predisposición a desarrollar enfermedades genéticas propias de su raza en cuestión.

Así pues, es difícil fijar un límite de edad común para ambas especies y diversas razas. Y lo mejor es que el especialista veterinario nos indique de forma individual cuándo considerar a nuestro peludo un paciente geriátrico. No obstante, y por intentar guiaros un poco, creemos que a partir de los 8 años es importante comenzar a plantearnos una serie de cambios en la vida de nuestra mascota para ayudarle en su senectud. 

Durante el periodo geriátrico comienzan a manifestarse cambios tanto metabólicos como físicos en nuestro animal, que serán fáciles de identificar.

Por ejemplo, podremos notar que varía su peso corporal y masa muscular, disminuye su actividad física (pasa más tiempo durmiendo), cambios en la calidad del pelo, varía su interés por el agua (aumenta o disminuye), pérdida de audición y/o visión…

¿Qué puedo hacer yo para ayudar a mi mejor amigo?

Vamos a explicaros unos pequeños consejos que podéis tomar en casa para ayudar en su vejez:

  1. Adapta su alimentación. Una buena alimentación es esencial en cualquier momento de la vida de nuestra mascota. Desde cachorro hasta anciano. Es muy importante adaptarla a la etapa de la vida porque los requerimientos nutricionales cambian. A medida que la edad de nuestro peludo avanza, necesitará una formulación (ya sea en forma de concentrado o de alimento “natural”) con un mayor nivel de fibra dietética; compuestos antioxidantes; y suplementos para la piel y las articulaciones. 
  2. Adapta el ejercicio. Es normal notar que a medida que su edad avanza, su actividad física disminuye. No obstante, mantener un nivel de ejercicio diario, adaptando la intensidad del mismo, ayuda a mantener fuertes las articulaciones y su forma física durante más tiempo. No le exijas la misma intensidad que cuando era un adulto joven. Pero, dedícale tiempo a que pueda dar paseos a su ritmo en el caso de los perros. En el caso de los gatos, enriquece su ambiente para despertar su interés por mantenerse activo. Los gatos son seres curiosos por naturaleza, si le acostumbras a explorar y varías su entorno con diferentes “actividades” y juegos para gatos, tendrás un gato joven durante mucho más tiempo. 
  3. Descanso. A menudo las mascotas con la edad pueden perder visión y oído; así como sufrir de desgaste articular. Asegúrate de proporcionarle una zona adaptada a sus nuevas necesidades. Debe sentirse seguro en su lugar de descanso; que le resulte de fácil acceso; y lo suficientemente acolchado para que sus articulaciones no sufran. 
  4. Higiene. Es posible que tengas que adaptar el número de salidas que realizas con tu perro porque notes que no es capaz de aguantar sus necesidades tanto como antes. Observa esto con atención. A veces, esto se produce de forma espontánea, sin que haya ningún motivo médico. Pero, siempre es conveniente verificarlo con un especialista para descartar otras causas.

En el caso de los gatos, adapta su arenero. Es recomendable que tengas más de un arenero por gato (la recomendación suele ser 1+1. Un arenero por gato más otro adicional); y que estén en zonas de fácil acceso. Si nuestro gatito pierde visión o capacidad de movilidad es posible que, por ejemplo, tengas que cambiar su arenero cerrado por una bandeja abierta más sencilla. 

  1. Visita al veterinario. Realiza al menos un chequeo al año a partir del momento en que el especialista os ponga en conocimiento de que vuestra mascota ya es un paciente geriátrico. 
Curro. Foto de Domingo Bello


¿Qué haremos los veterinarios para ayudar a vuestros peludos cuando son mayores?

Es difícil generalizar. Los profesionales siempre intentamos adaptarnos a cada caso de forma individual y a los cambios que los tutores nos cuenten que han detectado.

En el caso de los perros, suele ser más sencillo porque son menos “discretos” a la hora de manifestar sus signos clínicos. 

La medicina felina siempre es algo más complicada. Los gatos son pacientes muy estoicos y, por ello, es todavía más importante someterle a un examen anual (al menos) para detectar posibles alteraciones antes de que se conviertan en un problema. El estrés asociado a la visita al veterinario en esta última especie es el motivo más habitual para posponer estos controles. Pero, hoy en día existen muchas formas de controlar ese estrés y mejorar la experiencia cuando un gato acude a la consulta. Pregunta a tu veterinario de confianza. 

Como norma general, se realizará una exploración física exhaustiva y se plantearán pruebas para conocer el estado general del paciente. Estas pruebas incluirán la toma de presión arterial (muy importante, sobre todo en el paciente felino), analítica de sangre general (también adaptada a la especie y diferentes alteraciones que podemos encontrarnos), analítica de orina, ecografía abdominal y radiografías de tórax. 

Si creemos que nuestro peludo sufre de dolores articulares, además se realizarán exploraciones traumatológicas completas y radiografías de las zonas afectadas. 

La detección temprana de posibles problemas nos ayuda a solucionarlos o tomar medidas con antelación antes de que las consecuencias puedan ser irreversibles.

La medicina preventiva es la clave para ayudar a nuestros peludos, ayúdanos a detectar los problemas antes de que den la cara, tendremos más tiempo para ayudar a ese miembro de la familia que tanto significa para ti. 

Clínica Veterinaria San Miguel