¡Ha llegado el verano! Aunque se ha hecho un poco de rogar, finalmente han subido las temperaturas y, con ellas, nuestras ganas de viajar y hacer planes con nuestros peludos.
Hemos querido preparar este artículo para Meet Las Rozas con una serie de recordatorios/consejos sobre precauciones que tenemos que tener durante estos meses de calor. Esperamos que os resulte de ayuda.
Vayas donde vayas, ¡lleva agua!
En esta época del año es especialmente importante tener precaución con los temidos golpes de calor.
Ya sabemos de sobra que no podemos dejar a nuestra mascota en un vehículo estacionado; y que hay que evitar salir a horas centrales del día, cuando el calor aprieta. Sin embargo, el tema del agua es algo que se nos suele quedar “pendiente”.
Sea la hora que sea, lleva agua encima para ofrecerle a tu peludo. Si sabes que la zona por la que va a salir tiene normalmente fuentes de agua para su consumo, ofrécele que beba a mitad del paseo. Si no hay puntos de agua para que pueda mantenerse hidratado, lleva una pequeña botella contigo y repite esta práctica.
Da igual que tu peludo no suela beber en mitad del paseo, en verano todo cambia y agradecerán de ese momento de refresco.
Planificar una escapada… en el veterinario
Cuando os preguntamos en la consulta dónde vais a viajar… ¡no es por cotillear!
Es importante para nosotros saber dónde va a viajar el paciente para garantizar que viaja con un protocolo de desparasitación y vacunación adecuado.
Hay ciertas zonas del país que requieren tomar medidas adicionales en esta época del año. Consulta con tu veterinario de confianza, especialmente si viajas al sur o el levante de la Península.

Viajes en coche
A menudo aprovechamos esta época del año para realizar pequeñas o grandes escapadas con nuestra mascota.
En ocasiones, estas escapadas pueden incluir un viaje en coche. Si es la primera vez que tu mascota va a montar en coche, te recomendamos que pruebes unos días antes a ver qué tal lo tolera.
No es infrecuente que nuestros peludos, perros o gatos, se mareen en este medio de transporte. Puede ser una sorpresa desagradable, tanto para ellos como para nosotros, descubrir esto al poco de salir de viaje.
Si tu peludo no está acostumbrado, dedícale un tiempo a que se acostumbre al vehículo. Primero, dejando que lo huela y se meta en la cabina. La siguiente ocasión, repite lo mismo y arranca el motor. En tercer lugar, da una pequeña vuelta para ver qué tal se adapta.
Si aparecen signos de ansiedad y/o mareo: lloros, ladrido/maullido, hipersalivación, vómitos o defecación… pregunta a tu veterinario. Hoy en día, hay muchas herramientas para mejorar esta experiencia y que tu pequeño no lo pase mal.
En la playa
Si el destino final es la playa, ten en cuenta una serie de cosas.
Lo primero y fundamental, no todas las playas aceptan perros. Hay playas que aceptarán perros en todo momento; otras que lo harán en horarios específicos; y otras en las que las mascotas están prohibidas y acudir con ellas puede suponer una multa. Infórmate para evitar sustos.
En segundo lugar, ten en cuenta que las mascotas son curiosas y exploran por naturaleza. A menudo, morder, lamer o ingerir, forma parte de esa conducta de exploración.
Cuidado con la arena y el agua de mar: una ingesta excesiva de cualquiera de estas sustancias puede provocar un cuadro médico de moderado a grave.
El exceso de sal del agua de mar, puede producir desequilibrios electrolíticos con nefastas consecuencias. La ingesta de arena puede provocar problemas digestivos serios.
Vigila a tu peludo y evita esta práctica.

En la montaña
Siempre que realicemos una ruta con nuestro peludo, es aconsejable planearla bien y calcular tiempo y distancia. Informarse sobre la presencia o no de puntos de agua para que nuestro pequeño se pueda hidratar, e incluso, planificar su hora de comida.
Si prefieres evitar que tu mascota coma durante el paseo para evitar complicaciones digestivas (sobre todo en el caso de perros grandes), puedes optar por mantener sus niveles de glucosa con zumos de fruta. ¡Nuestro favorito es el de manzana!
Vayas donde vayas, no nos cansaremos de recomendar que localices un centro veterinario allá donde tu destino final se encuentre. Más vale prevenir que lamentar, y en situaciones de urgencia, más aún. Localiza un centro veterinario e infórmate de sus horarios y de si cuentan con servicio de urgencias. Guarda su teléfono y ubicación en el móvil y, aunque esperamos de todo corazón que no lo necesites, si es así podrás echar mano rápidamente y desplazarte sin perder tiempo.
¿Y si me voy fuera de España?
Si vas a viajar fuera del país, este apartado te interesa especialmente.
Desde hace unos años, es OBLIGATORIO emitir un certificado de exportación para aquellos peludos que van a viajar fuera del territorio nacional.
Es IMPRESCINDIBLE planificar este viaje con tiempo suficiente (al menos 3-4 semanas) porque cada país de destino puede exigir medidas distintas y nos tiene que dar tiempo a organizarlas.
Para obtener este certificado, el veterinario habitual deberá actualizar vacunas, desparasitaciones y examinar a la mascota para emitir un certificado oficial de salud y un pasaporte. A continuación, deberá cumplimentar una solicitud telemática, el certificado de exportación.
Este certificado lo recogerá el tutor del animal en el servicio veterinario oficial de la comunidad autónoma en cuestión.
Además, hay países que exigen una titulación de anticuerpos de la rabia. Se trata de una analítica especial para certificar que el paciente tiene anticuerpos suficientes para estar protegido frente a esta enfermedad. El resultado de esta analítica puede demorarse hasta 2 semanas por lo que es fundamental organizarlo con tiempo suficiente.
Si vas a viajar fuera de España con tu mascota, en verano o en cualquier época del año, pregunta a tu veterinario de confianza qué tienes que hacer y establece los plazos con él para evitar añadir más estrés a este momento.
Esperamos que estos pequeños consejos os ayuden a disfrutar de un verano seguro y divertido con vuestras mascotas.