Las máquinas ya están desmontando el almacén del complejo arquitectónico de Kodak, ubicado en el Parque Empresarial de Las Rozas. De nada sirvieron los intentos por incluir todo el conjunto dentro del Catálogo municipal de Bienes Protegidos por su singularidad. Al final se decidió declarar la protección solo para el edificio principal y dejar fuera las naves y los jardines.
El desmontaje de la nave de Kodak forma parte del proyecto de urbanización de esta parcela donde se prevé levantar nuevas viviendas y oficinas. A finales del año pasado se iniciaron los primeros movimientos de tierras y la tala de parte del arbolado. Esto fue bien visible en el tramo peatonal de la calle Adolfo Pérez Esquivel, entre José Echegaray y la vía de servicio de la A-6, donde irá una nueva calle.
Movimiento de tierras en los trabajos de urbanización de la parcela Kodak Apisonadora asentando el terreno Desmontaje del techo de la nave almacén y muelles de carga Árbol talado en zona peatonal que se convierte en vial
Desde sus inicios, el proyecto ha contado con la oposición de las organizaciones ecologistas y colectivos vecinales. Consideran que la construcción de nuevas viviendas y oficinas masificará más la zona, destruirá el entorno natural y obligará a sacrificar una parte del complejo arquitectónico de la empresa fotográfica.
La Kodak
La sede social de Kodak en España se instaló en los años 70 en este edificio levantado a la altura del km 23 de la carretera de La Coruña. La construcción aparece recogida en la publicación Arquitectura y Desarrollo Urbano de la Comunidad de Madrid como un conjunto industrial de características singulares.

Durante 25 años albergó, además de las oficinas centrales, un laboratorio de revelado, una sala de proyecciones, una escuela y diferentes talleres de fotografía y cine. De aquí salía el celuloide con el que la industria cinematográfica española rodaba sus películas. Una nave de almacenamiento, un muelle de carga y un amplio restaurante-cafetería completaban la parte interior de las instalaciones. Además, contaba con un estanque, un patio con un cuidado jardín y una amplia arboleda.
La tecnología digital supuso el declive de la empresa fotográfica más importante del mundo y, con ello, el abandono de esta sede y su posterior deterioro. La promotora Levitt adquirió el terreno con intención de construir y durante un tiempo mantuvo vigilancia. Pero cuando prescindió de ella, el edificio no tardó en convertirse en un esqueleto vandalizado. Se puso de moda el acceso al recinto para hacer pintadas, robar material, destrozar el mobiliario o simplemente curiosear. De ahí que resulte sencillo encontrar vídeos en la red con recorridos guiados por estas instalaciones.
El proyecto
La zona mantendrá el modelo del Parque Empresarial. Es decir, cohabitarán los pisos (un máximo de 720) y las oficinas (56.800 metros cuadrados). Se construirán viviendas de tipología bloque abierto, reservando un 10% para viviendas sujetas a algún régimen de protección.
La altura máxima de edificación será de cuatro plantas y media (baja + 3 + bajo cubierta) en una parte y de tres plantas (baja + 2) en otra. Toda promoción deberá garantizar dos plazas de aparcamiento por vivienda.
En cuanto a los edificios para empresas, estarán ubicados más cerca de la vía de servicio de la A-6 y harán un efecto pantalla, para amortiguar el ruido del tráfico a su paso por la A-6.
Uno de los propósitos que contempla esta actuación urbanística es habilitar un nuevo vial que una el Parque Empresarial con Punta Galea. La conexión se realizaría mediante la prolongación de la calle José Echegaray hasta la calle Formentera y serviría como alternativa a la vía de servicio de la A-6.
Preparación nuevo vial en la calle Adolfo Pérez Esquivel Calas para conexión a suministros en la calle José Echegaray
Patrimonio histórico y natural
En el proyecto figura también el compromiso de recuperar los vestigios del Canal de Guadarrama que transcurre por la parcela. Este proyecto de ingeniería civil del siglo XVIII debía conectar la Presa del Gasco con el Canal del Manzanares, pero quedó inacabado. El plan establece que se reservará una banda de protección de 15 metros de anchura a cada lado de su trazado.
Del mismo modo, el proyecto está sujeto a la Ley de Protección y Fomento del Arbolado Urbano de la Comunidad de Madrid. La normativa prohíbe la tala y, cuando es necesaria por la construcción de infraestructuras, obliga a su trasplante. En caso de que la tala sea la única alternativa viable, se exige la plantación de un ejemplar adulto de la misma especie por cada año de edad del árbol eliminado.
Precisamente IU va a llevar este asunto a la comisión del ramo esta semana. Según este grupo municipal, la empresa que realiza el proyecto de urbanización pretende eliminar 20 árboles más de los autorizados. Algunos de ellos estarían protegidos por la normativa autonómica. Por este motivo va a preguntar si se ha autorizado esta tala. También pedirá explicaciones sobre el seguimiento que está haciendo el Ayuntamiento de las repoblaciones y trasplantes previstos como compensación a las talas.
Movimiento vecinal
Ecologistas en Acción, Contigo por Las Rozas, IU y la plataforma vecinal Conservemos Kodak, creada expresamente con este fin, llevan años movilizados en contra del plan de edificar en esa finca en el entorno natural del arroyo Lazarejo. Su lucha ha servido para introducir mejoras, pero siguen considerando innecesario construir más viviendas y creen que va a generar un incremento del tráfico en la zona.
Calculan que las obras de urbanización supondrán a priori la tala de 219 árboles, aunque podrían llegar a desaparecer hasta 1.400. Se refieren a los que quedarán en las parcelas donde se levantarán las nuevas construcciones y cuyo futuro dependerá, sostienen, de los proyectos de edificación.
Aunque el plan preserva el patrimonio histórico, los contrarios al proyecto aseguran que en algunas partes el Canal de Guadarrama será enterrado y quedará demasiado cerca de las viviendas.
Tampoco han conseguido la protección total del complejo de Kodak, como reclamaron mediante cientos de alegaciones. Aunque suyo es el mérito de que al menos el edificio principal figure en el Catálogo de Bienes Protegidos de Las Rozas. Eso sí, no será un espacio público para el uso y disfrute de los vecinos, sino que pasará a dar servicio como edificio de oficinas una vez rehabilitado.